Intentaré ser lo más breve posible en este artículo, pues bastante claro esta(quien conozca el problema)el asunto que vamos a tratar a continuación. Pero para quien aún no conozca del todo el problema, es necesario saber que, desde hace varios meses, la Frontera con Marruecos está casi bloqueada, con colas infinitas, disturbios, confusión entre las mismas autoridades, etc. La situación, lejos de solucionarse, se repite día tras día y que perjudica no solo nuestra comunicación terrestre, ya de por sí escasa, sino también al comercio local. La drástica bajada de las ventas coincide con los problemas fronterizos y, si la situación no muestra mejora, la economía de gran parte de las familias de la ciudad y, por ende, de la misma, se tambalea. Y esto es muy serio.
Hace no mucho este sector, harto de las pocas respuestas y alternativas que desde el Ejecutivo local recibían, organizaron una masiva manifestación que superó holgadamente las 1.000 personas. Algo inaudito en Melilla, en especial por reunir a todo tipo de religiones y políticas de diferente signo bajo un mismo lema: Melilla Se Muere. Se instó en dicha convocatoria a que la clase gobernante pusiese más de su parte para "desbloquear" la situación, si de verdad querían que Melilla tuviese un futuro.
El Gobierno de la Ciudad Autónoma, bajo el mando de Juan José Imbroda, ha intentado "restarle importancia" a lo que esta sucediendo y hasta ha acusado a la Oposición de "esconderse" tras la manifestación y que, por tanto, esta respondía a ciertos intereses. Si bien es cierto la presencia de la Política contraria al Gobierno Popular, es injusto y hasta irresponsable reaccionar así ante no solo a la protesta, sino a la ya insostenible realidad que muchos melillenses padecen, y que se traducen en datos: decenas de empresas cerradas en el último año, jóvenes y hasta familias que abrazan la opción de emigrar ante el devastador panorama que se presenta, el empleo de miles de personas al otro lado de la frontera pendiendo de un hilo...Estamos hablando de la estabilidad de Melilla, de su desarrollo, de su alcance de vida. Si ni siquiera la clase dirigente está dispuesta a ponerse las pilas sino a descalificar y a sobreutilizar la frase "Somos los buenos, ellos los muy malos",¿Que va a ser de esto?
Delegación del Gobierno y Ciudad Autónoma no se hacen cargo de estos problemas como las circunstancias requieren, y probablemente en las próximas elecciones haya un cambio sustancial en el Palacio de la Asamblea, consecuencia de su pobre estrategia y discurso. Pero más grave aún es el hecho que los días pasan, siguen habiendo colas e inseguridad, las tiendas cierran, la gente se va, crece más la tensión y por ello el estallido de graves revueltas tanto en Marruecos como en la misma Melilla. Hasta ya muere gente en medio de este caos.
El futuro de mucha gente, de nuestra ciudad, se presenta incierto. El ánimo de muchos refleja hasta que punto nos está afectando, francamente, las consecuencias del malhacer de unos pocos quienes se escudan en su eterna coletilla, aislándose del preocupante presente. Ni siquiera el Centro Comercial que hace poco instalaron y que dañó aún más el débil comercio cumple con las expectativas y su irregular funcionamiento se ha traducido en múltiples despidos de empleados.
El futuro de mucha gente, de nuestra ciudad, se presenta incierto. El ánimo de muchos refleja hasta que punto nos está afectando, francamente, las consecuencias del malhacer de unos pocos quienes se escudan en su eterna coletilla, aislándose del preocupante presente. Ni siquiera el Centro Comercial que hace poco instalaron y que dañó aún más el débil comercio cumple con las expectativas y su irregular funcionamiento se ha traducido en múltiples despidos de empleados.
En fin, todo esta dicho. Para acabar me gustaría dar un mínimo de esperanza y que pronto se revierta todo lo acaecido hasta ahora. Pero si no, el título de esta entrada resume muy bien hacia donde vamos a llegar si nadie hace nada al respecto: al Ocaso de Melilla.
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