Hablemos de la Depresión(perspectiva personal)

   Vamos a empezar este proyecto llamado Blog con un tema que, desgraciadamente, está muy de moda en la sociedad, no solo por ser algo tan común  sino por las consecuencias que acarrea consigo. Hablo de la Depresión y, con vuestro permiso, me voy a ahorrar una descripción técnica a efectos médicos de dicho mal, pues me voy a centrar en lo que la procede, en todos aquellos sentimientos "tóxicos" y negativos que minan nuestro ánimo y que, si son frecuentes, pueden llegar a enfermarnos(si, la Depresión puede ser también una enfermedad). Y es que, recurriendo a algunos ejemplos, quien no se ha sentido alguna vez mal por no haber tenido su mejor día, o por fracasar en conseguir tal objetivo en su vida, y  así una innumerable lista de razones que pueden deprimirnos, dificultarnos en degustar el sabor tan dulce y maravilloso de la vida. Hay veces que no queremos ver más allá de la oscuridad, nos encerramos en un pesimismo constante y perjudicial para nuestra salud, deseando con todas nuestras fuerzas que esto acabe, ya sea el momento, el día, los meses, el año o incluso, nuestra vida.
Y si tanto cito esta palabra cargada de trascendencia, vida, es por eso mismo: como me dijeron más de una vez, la vida es muy larga, pero a la vez es muy corta. El tiempo pasa volando, sin que nos demos cuenta. La gente va y viene, nace y muere, tiene rachas que son buenas y otras que no tanto...Y muchas veces no somos conscientes de ello, no nos damos cuenta de lo que un solo segundo perdido supone, no valoramos todo lo que tenemos como se merece, no vivimos las cosas como deberíamos...
Problemas los tenemos todos. Es perfectamente normal que a veces nos cueste sonreír y afrontar las dificultades, ¿Quien ha dicho que no lo sea?Por alguna razón, siempre estará ese algo o alguien que te jorobe tu existencia y haga lo imposible por hacértela menos placentera, más insufrible. Y tu, muchas veces sintiéndote acorralado en tales circunstancias, dejas que todo lo que te digan o hagan dañe tu alma, la empobrezca de todo ese gran espíritu que tu siempre tuviste, de esos sueños que abandonas ante lo terrible que es todo...
Pero no, esa no es la forma. Quizás a más de uno le sonará muy trillado este mensaje, y hasta ya lo sepan, pero no por ello deja de ser cierto. Para sobrevivir, para ganar las tantas batallas que se te presentan en el camino, hay que hacer solo una cosa: levantarse. Levantarse ante los golpes, levantarse ante los miedos. Levantarse cada día seguro de que hoy lo vas a conseguir, sin temor de nada ni nadie. E incluso cuando caigas, levántate para demostrar que tu y solo tu puedes hacerlo. La esperanza es lo último, por no decir de las pocas cosas que jamás debes perder.

Si, todo esto suena muy bonito e inspirador, pero otra cosa es hacerlo. La realidad es más diferente que meras palabras. Sin embargo, vuelvo a repetir, ¿Quien dijo que fuese fácil?De hecho aquí hay un servidor, por ejemplo, que ha salido de situaciones no precisamente reconfortantes y que, llegado a lo más hondo que se puede llegar, decidió dar un cambio a su vida. Y así, poco a poco, han ido cambiando las cosas, conociendo nueva gente, nuevas formas de verlo todo, nuevos lugares...Conseguí, a pesar de cuán perdido creía encontrarme, salir a la superficie. No me rendí, peleé hasta conseguirlo.
Hoy en día veo a demasiadas personas que solo saben lamentarse de aquello que les rodea y no se esfuerzan por ser más positivos, dejándolo como algo inútil y lejano. Si siguen por tales derroteros tarde o temprano les pasará factura, no solo a ellos mismos, también con quienes están, ya sea familia o amigos. Pero la solución es justo esa, y no me importa repetirla: no tirar la toalla, luchar hasta alcanzar tus objetivos y no desistir por nada ni nadie. Muchas veces, como escribí en otra ocasión, es nuestra mente la que nos frena en continuar. Las quejas, las caras largas, los lloriqueos... Todo eso nos aleja más de la felicidad y, por ende, de tener éxito en cualquier cosa que hagamos. No hay más verdad que esta.
Quizás ya es suficiente hasta aquí. Es normal que la dificultades nos superen y que a veces no sepamos como actuar, pero la Vida, esa palabra tan sumamente hermosa, son decisiones, es decir, tienes que dar lo mejor de ti. No dejes que la Depresión gane la batalla y te impida continuar la senda. Queda aún mucho camino, muchas experiencias, muchas personas a las que conocer  y mucho de todo. Aprovecha el tiempo del que dispones antes de que ya sea demasiado tarde para repararlo. Recuerda que, siempre, mañana sera un mejor día. Siempre.