Hace un tiempo hice público en redes sociales que estaba escribiendo un libro, además de colgar un par de portadas elaboradas a través de un programa. El presente proyecto, recientemente retomado tras un ligero parón, es de una gran importancia para mí y, por ello, intento esforzarme y no descanso en su escritura, por muy tortuosa que resulte a veces elaborar una historia, en especial cuando la inspiración no llega. Sin embargo, son tantas las ilusiones puestas que tengo en su acabado y futura publicación que, inevitablemente, he acabado reflexionando lo siguiente:¿Por que he tardado tanto?Es decir, la idea de la novela no es nada nueva: desde 3 o 4 años he estado escribiendo relatos y novelas(sin acabar), algunos mejores que otros, y otros directamente infumables, siendo honestos. Y me acuerdo cuanto me desanimaba y sufría porque todo aquello que quería expresar en letras me era difícil. Y por ello abandoné esa cualidad tan maravillosa que es la escritora, estando casi 2 veranos sin darle a la pluma.
Pero este pensamiento se puede aplicar a cada oportunidad que la vida me ofreció y que, por alguna razón, la deje perder. Todas esas cosas que pude hacer y no hice, todo ese tiempo que perdí lamentándome en vez de aprovecharlo pues, como ya comenté en otra entrada, la vida es muy larga pero a la vez corta: el tiempo que tenemos es limitado y, si dejamos pasarlo demasiado, llegará un momento en que echaremos la vista atrás y comprobaremos, arrepentidos, cuanto lo malgastamos. Esa ocasión que tenías para conocer a más gente y que, por comodidad o miedo a cualquier tontería, decidiste no aprovecharla. O cuando se va esa gente, esa familia o ese amigo y te das cuenta de lo que has perdido, porque quizás tenías que haber pasado más tiempo con ellos. No somos perfectos y siempre haremos algo mal, pero si no aprendemos de nuestros errores para mejorar y nos dedicamos a evadir el problema o incluso vivir con él al final nos lo hará pagar. Y eso si que es triste.
Aprovechad el tiempo. Valorad lo que tenéis pues la vida, al fin y al cabo, es un tesoro que, algún día, dejaréis de tenerlo. Sed cocientes de vuestros actos y no os deprimáis ahora por el tiempo perdido, sino al revés: que esto os dé fuerzas para compensarlo, para exprimir todo ese potencial que cualquier humano tiene y que muchas veces, por desgracia, lo desconoce. Ahora me he dado cuenta e intento arreglarlo, deseando no solo que mi libro sea acabado con éxito sino, además, hacer todo aquello que en el pasado no supe apreciar como debía. Lo mismo os deseo a todos vosotros, éxito en vuestro objetivo individual y no rendirse, utilizar cada momento que tengáis y no echéis por la borda todo aquello de lo que habéis sido dotados. Sin más que añadir, tened buenas noches y suerte en el camino.
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