domingo, 8 de abril de 2018

¿Tanto por esto?

Sí, es el archiconocido vídeo que en cuestión de días se ha hecho viral en redes y hasta en las noticias. Es de lo más comentado últimamente y, desde luego, hay que reconocer que constituye una inagotable mina de chismes sobre el lado más oscuro de la Corona Española, ya de por sí dañada tanto en imagen como espíritu. Pero no, no vamos a entrar en temas políticos. De hecho, voy a intentar ser lo mayormente breve posible para expresar mi desconcierto ante el interés colectivo que ha suscitado un par de feos modales de personajes importantes.
Tampoco vamos a darle más vueltas sobre los motivos de la actitud de la infanta con su abuela o de su madre-reina Letizia con su suegra y demás. Quiero centrarme en como se ha generado toda una atención mediática ante algo que, quizás solo sea una opinión personal, absolutamente nimio, perteneciente a su vida privada. Por supuesto, cada uno es libre de ver y comentar lo que quiera, ya sea sobre el pelo, los zapatos, ese bolsito azul y ridículo, ese rey con ganas de explotar con su mujer...Más no me parece, en lo más mínimo, que esto sea algo lo suficientemente trascendental como para que la maquinaria televisiva, a través del sensacionalismo más rastrero, dedique hasta programas sobre detalles que si, de acuerdo, no son el adalid de la educación tal y como la conocemos, pero no es nada grave. Sin embargo, hay cosas que si son realmente graves y que no les dedican ni la atención ni la crítica que se merecen. Ejemplos hay de sobra, aunque con nombrar algunos es suficiente: decenas de personas gaseadas hasta la muerte en un país en Conflicto, el caso de Kote ya publicado en este Blog , el limbo de las Pensiones de millones de personas, la creciente y ya intolerable presión migratoria al Sur de España...Vale, seamos honestos, tampoco se excedieron en la cobertura de estos hechos, si así se pueden considerar, pero ello no quita la codicia de muchos medios por la audiencia y el dinero, aunque ello implique meterse en la vida del otro. Además que igual lo hacen con la Familia Real que con cualquier otro personaje de renombre que dé cuerda para rato, para este circo sin fin ni moral.
En fin, creo que ya no hace falta seguir con este tema, ya casi quemado y aburrido, hasta que consigan añadir más a esta escena o encuentren algo nuevo y jugoso que rellene los titulares de revistas y programas cual perros hambrientos los haya. Esperemos que el Mundo cambie y acabe esta forma de informar, tan sumamente carroñera. Hasta entonces, buenas tardes y buen comienzo de semana.

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